jueves, abril 25, 2024

ENTREVISTAS

El acceso a río, lagos y montañas es un derecho humano que debe ser garantizado

Hablamos con Juan Revestido, miembro adherente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, sobre la situación actual del Parque Nacional Los Alerces, en el noroeste de la provincial del Chubut, particularmente sobre las áreas de acampe y pernocte. Desde la APDH Esquel, están impulsando un petitorio para la rehabilitación de estas zonas que actualmente no se encuentran habilitadas.

Yo tuve la oportunidad y el privilegio de conocer la mayoría de los parques nacionales del país. Porque hace unos años, antes de instalarme en la zona de Esquel y Trevelin, con mi ex pareja viajamos en una casa rodante por todo el país durante 2 años y recorrimos todas las provincias, y una de nuestras prioridades eran justamente las áreas naturales. Porque nos interesa el contacto con la naturaleza y también por la posibilidad del acampe libre. Así que prácticamente conocí todos los parque nacionales de las distintas provincias. Y la verdad que me encontré con manejos muy distintos. Yo hoy entiendo que tiene mucho que ver con los equipos que están a cargo de cada uno de los parques. Cuál es el tipo de prioridad, el tipo de acompañamiento, la frecuencia en que aparecen los guardaparques en sendas o áreas de acampe diurno o de pernocte. A partir de ahí yo aprendí al importancia que tiene un parque en términos de conservación de ciertos ambientes, o de ciertos entornos naturales y cuál es la trascendencia que tiene el vínculo entre ese área protegida, ese entorno natural que no es de propiedad privada y quienes visitamos las zonas que no son intangibles, aquellas que se pueden visitar, recorrer, disfrutar. Yo entiendo que una de las funciones, claramente, tiene que ver con la preservación de este entorno. Por eso yo entiendo por qué no está permitido asistir a estos lugares con mascotas, o el tema de los desechos orgánicos que no tienen nada que ver con el entorno, como tirar la yerba después de tomar unos mates, que si bien contribuye a la renovación orgánica de la tierra no tienen nada que ver con el entorno. La idea de quienes nos consideramos montañistas es justamente, cuando nos retiramos de la montaña, dejarla lo más parecida de lo que estaba antes de nuestra llegada. Y el acampe libre debiera entenderse de este modo. Lo que pasa es que hay quienes lo entienden más desde el punto de vista turístico, entonces no lo preservan de ese modo y esa ha sido una de las principales resistencias en relación a los acampes libres. Creo que es clave pensar a las áreas naturales protegidas como una combinación entre flora, fauna, toda la naturaleza y el ser humano que aprende a convivir con ella y que la puede disfrutar de una manera respetable y que contribuya a esa preservación.

En el parque hay áreas de acampe de distinto tipo. Resuminos cuáles son.

En buena cantidad de parques, porque no en todos, existen distintas zonas. Tenemos zonas de acampe diurno, que quiere decir que son zonas de uso durante el día y que no se puede pernoctar. Por distintas razones. La principal tiene que ver con el riesgo de la caída de las ramas. Sin ir más lejos, hace unos años atrás, en el Parque Nacional Lanín, cerca de San Martín de los Andes, cayó una rama arriba de una familia y fallecieron dos personas. Y esas situaciones son las que se tratan de evitar. Ahí hay un punto que es discutible porque se considera que se puede hacer acampe diurno pero con el riesgo de la caída de las ramas no se puede pernoctar como si durante el día no pudieran caer. Pero ese es otro debate. En el parque hoy tenemos zonas que son de acampe diurno, que tienen cartel de dicen prohibido acampar.
Después tenemos la zona de acampe libre, para poder pernoctar, que en el Parque Los Alerces hoy no está funcionando ninguna, pero históricamente eran Cascada Irigoyen, Punta Matos, Playa del Francés, Puerto Cañero en el caso del lago Rivadavia. También tenía su sector Las Rocas, en la cabecera del lago Futalaufquen. O sea es una zona de acampe, en la que no existe ningún tipo de servicio, lo único que brinda son sectores con fogones, que antaño permitían encender fuego con leña. No hay baños secos, no hay baños químicos, no hay luz eléctrica en ningún momento. Es un contacto con la naturaleza para pernoctar completamente libre, en un entorno natural. Siempre respetando esas zonas, porque tenemos una zona endémica de colilargo, donde hay presencia de Hantavirus, así que es clave poder respetar esos espacios. Y después el baño, es lógico, cada quien tomaba su decisión de cómo manejarlo. Hay quienes decidimos tapar todos los desechos, incluyendo los papeles y hay quienes no. Ese es otro debate.
La tercera categoría son los campings agrestes que prestan los servicios de baños, duchas, tienen agua para poder tomar, fogones, mesas, bancos. Tienen los sectores de acampe con las parcelas, pero la diferencia con respecto a los campings organizados, es que hay un horario limitado del uso de la luz eléctrica. Entonces, vos tenés las duchas durante un horario determinado, o la luz en todo el predio está habilitada en un determinado horario.
Y la última es el camping organizado que tiene luz eléctrica, con enchufes, todo el día.

Vista de un sector del Parque Nacional Los Alerces, en Chubut.

El camping organizado suele estar privatizado, tercerizado.

El término es concesionado. Son concesiones que se dan por determinado tiempo con un contrato de acuerdo que tiene un cierto tiempo y que después se van renovando. A veces se mantiene el mismo grupo y a veces va cambiando.

La posibilidad de acampar en una zona sin mucha intervención, sin luz eléctrica, sin baños, un camping libre está hoy restringido en el Parque Los Alerces, cuando hace un tiempo no lo estaba.

Exactamente. Hasta el verano de 2020, previo al inicio de la pandemia estuvo habilitado. Hasta febrero o principios de marzo de 2020, yo acampé y no tuve ningún inconveniente, nadie me venía a condicionar con el horario. En mi caso fue en Cascada Irigoyen. Y desde hace 3 años, esto no se puede llevar a cabo cuando a fines de 2020, el intendente anterior del parque se había comprometido que en una etapa, que iba a venir luego, se rehabilitaría el pernocte en las áreas de acampe libre. Eso no sucedió y por distintas excusas que se han ido poniendo, hasta el día de hoy sólo se puede acampar en campings organizados o agrestes. A diferencia de lo que sucede en la mayoría de parques patagónicos, que se reactivó el acampe libre. El único que no reactivo, en esta zona, es Lago Pueblo. En el resto, Lanín, Los Glaciares, Nahuel Huapi, Laguna Blanca, Monte León, Tierra del Fuego, Parque Nacional Patagonia, en las cercanías del parque interjurisdiccional marino costero Patagonia Austral, en la zona de Camarones, en todos esos tenemos la posibilidad del acampe libre. En el caso de Los Alerces, lamentablemente todavía no.

Uno de los campings organizados dentro del Parque Nacional Los Alerces.

El camping libre, además de ser más económico y más accesible para cualquier joven o familia de trabajadores es el que también te posibilita un acceso a la naturaleza en mejores condiciones. El camping organizado tenés la entrada del auto, tenés la luz, el pasto cortado…. es otra relación con la naturaleza.

Tal cual. Yo creo que hoy la imposibilidad de acceder a un camping libre y poder pernoctar es una limitación a quienes elegimos cómo vincularnos con la naturaleza. Claramente hay un factor que en principio es económico. Hoy en promedio los camping organizados y agrestes rondan los $2500 por noche. Y si uno suma los distintos integrantes de un grupo familiar, se hace un número. Es decir, una familia tipo de 4 integrantes, estamos hablando de 10.000 pesos por noche para acampar, versus cero pesos. Es una diferencia importante. Pero también es respetable. Hay quienes eligen ciertas comodidades, que son completamente válidas. Y hay quienes no elegimos eso. Por ejemplo, la verdad que a mi, por un lado la cuestión económica y por otro cómo me gusta estar en el entorno natural, no me agrada ir a un camping organizado. Porque está lleno de gente, hay mucho movimiento, hay ruido. Digamos que en el camping libre, si sabemos convivir, como me ha pasado en general, la verdad que la estadía, para mi es mucho más placentera. Pero lo importante es que cada quien elija cómo pernoctar en el parque como sucede en otros parques nacionales.

Entonces, ante la situación en la que no se recuperan esas zonas para el uso público, fueron a Parques y comenzaron a organizar, desde la APDH una juntada de firmas para lograr avanzar en la concreción de la reapertura.

Lo que ha sucedido es que pasó la pandemia, esperamos el verano de 2021 y nada sucedió. Porque supuestamente iba a venir una cuarta etapa (de reapertura de zonas), que no se concretó. En este tiempo hubo un cambio de intendente. Esperamos al verano de 2022, pero tampoco sucedió con el nuevo intendente y siempre llegada la temporada, los periodistas le preguntaban al intendente del parque qué iba a pasar y él informaba que “por el momento no, vamos a seguir funcionado con los campings concesionados”. Pasó esta última temporada y la realidad es que si uno recorre nuestro parque ve cómo las áreas de acampe están saturadas. Para poder conseguir un lugar había que reservar con gran antelación. Aparte del coste económico. Entonces veíamos que todo eso no variaba y no había perspectiva de que iba a cambiar, porque ya hoy en día nada justifica que las áreas de acampe libre no permitan el pernocte. Así que era una inquietud de quienes íbamos a la montaña, que venía movilizándonos hace rato y este verano fue como que llegó al límite, que varias personas nos pusimos en contacto, expresándonos en las redes sociales. Y surgió la idea de armar una nota para hacerlo más formal y que no quede en reclamos aislados y yo, como miembro adherente de la APDH lo plantee a la gente de la Asamblea y le pareció bien que desde la Asamblea se encarara la comunicación formal con el intendente y para eso se armó una nota, se buscó información, antecedentes, normativas, que justificaran la necesidad. La verdad que no debiéramos justificarlo, porque es un derecho el libre acceso al agua y a la montaña. Pero bueno, nos pareció que lo mejor era por un lado justificar este planteo y por el otro hacer una propuesta. Que no quedara solamente en un reclamo y que el parque se arregle como pueda sino plantear cómo reactivar esta posibilidad entendiendo que hace mucho tiempo que no se viene llevando a cabo en el Parque Los Alerces. Hacemos una propuesta de que progresivamente se vayan reactivando, rehabilitando ciertas áreas de acampe con ciertas condiciones y no perdamos de vista esto que charlábamos al principio, de que hay una perspectiva de conservación medioambiental, por lo tanto que promueva desde el rol del guardaparque, en la educación medioambiental, esta concientización en las personas que vayamos a acampar a estas áreas libres. Así que empezamos a circular, ya hace 10 días, una nota que pide adhesiones. Hoy ya estamos por arriba de las 400 adhesiones y la semana próxima ya estaremos en condiciones de acercarla al intendente del Parque para que él considere cuándo podemos tener la reunión y evaluar. Entendemos que esto tiene que ir más allá de la temporada de verano, que ya terminó. El movimiento de turistas ahora se ha reducido significativamente, por lo tanto es un momento tranquilo como para planificar y que en lo inmediato se pueda reactivar y quienes vivimos en Esquel y Trevelin podamos disfrutar de esta posibilidad porque como bien dice la nota, quienes estamos acá en la zona, a 50 kilómetros a la redonda, el único lago con fácil acceso es el Futalaufquen. A diferencia de lo que sucede por ejemplo, en la comarca que tienen muchos lagos por fuera del parque para acceder y acampar libremente. Hoy en día, quienes hacemos la senda de Lago Krugger podemos acampar libremente, en Playas Blancas y en el mismo lago Krugger. Consideramos que están dadas las condiciones para que esto también suceda en las áreas como Cascada Irigoyen, Playa del Francés y Puerto Cañero en el lago Rivadavia.

Los incendios que se vienen sucediendo en los últimos años también limitan el acceso al uso del parque.

Vos mencionas que hay cerca de 400 firmas. Recordemos que son todas de vecinos de la zona de Esquel y Trevelin, que el petitorio no se abrió para todo el país y por lo que estas firmas son sumamente significativas.
En la nota también ustedes observan el avance de una privatización dentro de los parques, de disminuir las tareas que cumple el personal de Parques y el crecimiento de las concesiones de los campings. Una relación entre el ajuste que sufre Parques Nacionales como parte de los distintos organismos del estado y la mercantilización, se podría decir, del ambiente.

Hay un planteo, en la nota, que lo venimos charlando hace tiempo con muchas personas. Lo vemos con preocupación desde hace tiempo. Incluso cuando fue el verano de 2021 en el contexto todavía pandémico, se notaba. Por ejemplo, yo pude ir a acampar a un camping organizado que tiene una limitación de capacidad y cuando todos los campings estaban repletos. Se acercaba el guardaparque y le decía al concesionario “podés meter más gente”, porque estaban los otros campings llenos. Entonces, cuando hay una necesidad, como que ciertas restricciones se flexibilizan. Pero siempre terminan beneficiando a los privados. No pensaron en la posibilidad de descomprimir esas áreas de acampe concesionadas con las áreas de acampe libre. Porque lógico, implica un mayor trabajo. Lo que nosotros vemos como algo que viene sucediendo es que indirectamente la posibilidad del pernocte está privatizándose de manera indirecta. Entonces sólo el que puede pagar $2500 por noche puede acampar. El resto no podemos. O sea, si vos no tenés plata no podés acampar en el Parque Nacional Los Alerces. Y eso no está bien. Porque no hay nada que justifique esa restricción. No hay nada que justifique que a las 21 horas se acerque un guardaparque y me “invite” a retirarme del lugar donde yo estoy pasando mi día. Porque hay un horario tope para el acampe diurno. Eso lo vemos con preocupación, porque nada pareciera cambiar. Todas las promesas que se han venido haciendo, todas las expectativas que se ponen ante cada nueva temporada no se cumplieron. Creemos que ya es momento de revisar esta restricción porque hoy no está justificada. Y por eso desde la APDH es que sostenemos que esto es un derecho humano que debe ser garantizado, porque así lo establece la constitución, las distintas leyes nacionales y no hay razón por la cual en Los Alerces no se puede y en el resto de los parques de la patagonia sí se puede.

¿Querés agregar algo más?

Nuestra intención es habilitar en espacio de diálogo. Tenemos una intención propositiva. Incluso la nota arranca planteando que el espíritu, justamente es de nuestro vínculo con la montaña, que tenemos una mirada integral y por eso la conservación medioambiental es central en el planteo de la nota. Así que la expectativa es positiva. Queremos y creemos que la intendencia del parque va a comprender estas motivaciones y que se puede pensar en conjunto con la participación de las comunidades de la zona en cómo podemos mejorar nuestra relación con el entorno. Ahí planteamos distintas estrategias y esperamos que nos convoquen para esa reunión una vez que reciban la nota.

Muchas gracias Juan. Desde Ambiente en Lucha nos ponemos a disposición de ustedes para continuar la lucha por mantener y ampliar los accesos a un ambiente natural como son los parques nacionales y en particular el Parque Los Alerces, uno de los más lindos del país según muchos visitantes y expertos.

A continuación reproducimos el petitorio que será elevado a la intendencia del Parque Nacional Los Alerces. El mismo puede firmarse en https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSe-xf6DYXMxuHX298umatwzJ-HQ31wan2sV9Bj0IX2U_VnCeg/viewform

Esquel, marzo de 2023
Al Ing. Hernán Colomb,
Intendente del Parque Nacional Los Alerces,

A través de la presente, vecinos y vecinas de Esquel, Trevelin y sus parajes le solicitamos la rehabilitación del pernocte en las áreas de acampe libre del PN Los Alerces. En los párrafos que siguen a continuación, desarrollamos un análisis detallado de esta actividad al aire libre, así como también los fundamentos para su rehabilitación. 
Antes de avanzar con lo antedicho, queremos dejar constancia del espíritu de la solicitud que aquí planteamos. Quienes dejamos nuestra adhesión al final de la presente nota somos personas que disfrutamos de la vida en la naturaleza, con el contacto directo y sin intermediación (o con la menor intermediación posible) de la mano humana. Para ello, elegimos distintos deportes y actividades que nos llevan a la misma, como el montañismo, el ciclismo, la escalada, el kayaquismo, entre otras. A través de los mismos, podemos disfrutar de los entornos naturales que tenemos cerca de nuestros hogares, siempre desde el respeto y la contribución para su conservación, tal como priman las normativas vinculadas a áreas naturales protegidas de nuestro país y nuestra provincia. En ese sentido, el campamentismo es una actividad transversal a dicha convivencia y defendemos nuestra libertad de elegir cómo vivirla, ya sea en espacios libres (sin servicios), agrestes (con servicios reducidos) u organizados (con todos los servicios disponibles). Por lo tanto, con esta nota quisiéramos impulsar una revisión sobre la imposibilidad de pernoctar en las áreas de acampe libre.
Como Ud. sabe, hasta marzo de 2020, previo al inicio de la pandemia, se podía acampar libremente en múltiples áreas, como Las Rocas, Cascada Irigoyen, Playa El Francés, Punta Mattos y Puerto Cañero (Quebrada del león era el único espacio cuya habilitación fluctuaba según distintas variables, y el Viejo Coihue ya no estaba habilitado). El inicio de la cuarentena obligó a cerrar el acceso al Parque y tuvimos que esperar a noviembre de ese mismo año para que se reabrieran los campings agrestes y organizados, tras una serie de etapas en las que fueron habilitándose distintos servicios dentro del parque. Según se informó a través de los medios de comunicación (desde la gestión anterior a la suya), en una cuarta etapa (es decir, luego de esa instancia) se habilitarían los campings libres. Sin embargo, pasaron más de dos años y dicha etapa nunca llegó. Las razones esgrimidas han variado en relación al riesgo de caída de ramas o árboles, la contaminación visual por los desechos, la falta de cuidado de las y los visitantes, las dificultades en el control, etc. Por lo tanto, todas las áreas de acampe libre mencionadas hoy sólo se pueden disfrutar en uso diurno, es decir, sin pernocte y hasta las 21 horas, momento en el que las y los guardaparques se acercan a las personas para solicitarles que se retiren de las mismas. 
Haciendo un análisis comparativo con otros parques nacionales de la Patagonia, Los Alerces es el 4to en tamaño (con 263.000 ha se ubica detrás de Los Glaciares, Nahuel Huapi y Lanín) y, en relación a las localidades de Trevelin y Esquel, concentra los espejos de agua más cercanos (junto con el ANP Lago Baguilt, aunque ésta es de difícil acceso). Esto quiere decir que quienes vivimos en la zona no tenemos acceso a lagos por fuera de áreas protegidas, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en la Comarca del Paralelo 42. A su vez, los otros tres parques mencionados, al igual que la mayoría de los parques nacionales de la Patagonia (Laguna Blanca, Monte León, Patagonia, Patagonia Austral, Makenke, Tierra del Fuego), en la actualidad cuentan con áreas de acampe libre habilitadas para pernoctar. En otras palabras, quienes viven cerca de dichos parques tienen la posibilidad de elegir cómo desean acampar y convivir con la naturaleza que los rodea (eso explica por qué el 60% de los visitantes ingresan por la Portada Centro, tal como indica el Plan de Gestión 2019-2029 del PN Los Alerces). En relación a lo anterior, cabe destacar que la forma de organizar el acampe libre varía en esos parques desde la reserva previa, el registro o la mera instalación de carpas en los espacios delimitados. En ese sentido, vale la pena mencionar que dentro del PN Los Alerces existe una experiencia que funciona y es un buen antecedente en relación a este tema, ya que se se habilitó el acampe libre con pernocte para quienes recorren la senda al lago Krugger, estableciendo un tope de noches y de cantidad de carpas por sitio, todo regulado desde el centro de informes de la Villa Futalaufquen.
Más allá de nuestro deseo expresado y las comparaciones con otros parques patagónicos, queremos fundamentar nuestro pedido con las diversas normativas que evocan nuestro derecho. Entre ellas, podemos mencionar las siguientes:
• Código Civil de la Nación (artículos 2340 y 2349): establece que los espejos de agua navegables pertenecen al dominio público, a diferencia de los lagos no navegables que pertenecen a los propietarios ribereños. De esta manera, en tanto patrimonio inalienable e imprescriptible, se debe garantizar el libre acceso a sus costas.
• Ley Nacional de Fomento del Montañismo y Acceso Libre (Ley 27665/21): “Se declara al montañismo actividad de interés deportivo, cultural y sociorrecreativo en todo el territorio nacional, reconociendo su influencia y aporte positivo en las tareas de exploración científicas, ambientales, educativas y de desarrollo humano” (Art. 1º).
• Cuerpo de Guardaparques Nacionales (Dto. 56/06): entre las funciones de los guardaparques, se destaca la siguiente: “Participar en la elaboración y desarrollo de planes, programas y proyectos de interpretación ambiental, como modalidad de educación ambiental no formal, con el propósito de que la estadía del visitante sea una experiencia enriquecedora, formativa y agradable, alentando al mismo tiempo un adecuado uso de los recursos turísticos y recreativos; asimismo en aquellos destinados a la comunidad local, contribuyendo a destacar la idea de que el área natural protegida constituye un lugar especial, que requiere por ello una actitud de respeto derivado de la conciencia de la necesidad de su conservación” (Art. 5º, Inc. n).
• Plan de gestión 2019-2029 del PN Los Alerces: entre los diferentes aspectos analizados y allí propuestos, siguiendo el punto anterior, se destaca el siguiente objetivo del plan: “18) Incrementar la comprensión ciudadana de la importancia de la conservación y los bienes y servicios ambientales que aporta el área protegida, mediante herramientas de capacitación, comunicación institucional y educación ambiental”.
En relación a lo anterior, ante la imposibilidad de ejercer nuestro derecho de acampe libre con pernocte en cercanías a los lagos y las montañas del parque, sumado a la exigencia de un pago (en ocasiones, excesivo para la economía actual) en los campamentos agrestes y organizados, queremos advertir el riesgo de una privatización indirecta y encubierta de nuestros bienes comunes y sobre el disfrute dentro del PN Los Alerces. En consecuencia, son muchas las personas que ya no pueden acampar dentro de nuestro parque por la imposibilidad de afrontar los costos diarios de las parcelas de acampe. Consideramos que el campamentismo no debe reducirse a una actividad rentada y, a su vez, se deben garantizar nuestros derechos, con la única restricción sobre el cuidado y la conservación, que nada se relaciona con el otorgamiento de las áreas a concesionarios. 
Para dar paso luego a una propuesta sobre la rehabilitación del pernocte en las áreas de acampe libre del PN Los Alerces, consideramos fundamental contemplar varios de los aspectos hasta aquí planteados:
• El compromiso asumido por la APN sobre la 4ta etapa postpandemia, en la cual se habilitarían las zonas de uso y acampe libre;
• Que quienes vivimos en Esquel, Trevelin y sus alrededores no contamos con espejos de agua cercanos que posibiliten el acampe libre, salvo los que existen dentro del PN Los Alerces;
• Que la mayoría de los Parques patagónicos sí brindan al menos un área de acampe libre con pernocte y que el PN Los Alerces ya lo implementa en Playas Blancas y lago Krugger;
• Que las normativas vigentes nos garantizan los derechos de acceder libremente a las montañas y los espejos de agua de la zona sin restricciones horarias;
• Que uno de los objetivos centrales del Parque y sus guardaparques es la educación medioambiental y la conservación del entorno. Si bien se realiza al ingreso del Parque, podría contemplarse en las áreas de pernocte.
Entendemos que después de dos años sin ponerse en práctica la logística y vigilancia de las áreas de acampe libre, se debe aceitar nuevamente una dinámica de trabajo. En este sentido, le hacemos llegar una propuesta para rehabilitar el acampe con pernocte en los campamentos libres. La misma comienza con una primera etapa de prueba durante el plazo de dos meses, para que en una siguiente etapa se pueda extender la cantidad de fogones habilitados y de las áreas de acampe. La propuesta de esta primera etapa consiste en lo siguiente:
• Áreas de acampe libre: de los seis campamentos, se podrían habilitar tres áreas (Cascada Irigoyen, Punta Mattos y Puerto Cañero). Las mismas presentan una distancia entre sí que no supera los 30 km, lo que permitiría cubrir la totalidad de la extensión del parque. De este modo, quienes viajen a pie, a dedo o en bicicleta encontrarían puntos para pasar la noche y continuar su viaje. 
• Fogones habilitados: según el tamaño de cada área, se podrían habilitar y enumerar una cierta cantidad de fogones (en principio rondaría entre 10 y 15 fogones por área de acampe). No se permitiría el acampe libre con pernocte en aquellos fogones sin número. Cuando hablamos de fogón, nos referimos a un espacio protegido del viento para encender fuego en dispositivos técnicos (no a leña).
• Condiciones del acampe: cada fogón permitiría hasta ocho personas y/o dos carpas, con un máximo de tres noches y con la prohibición de hacer fuego con leña (este último aspecto podría revisarse en la 2da etapa). A su vez, quedaría prohibida la música con parlantes y no se permitirían ruidos molestos luego de las 23 hs. 
• Control por parte de guardaparques de cada seccional: en lugar de visitar las áreas a las 21 hs para solicitar que se retiren, contarían con una planilla en donde registrar a quienes acampen en cada fogón (indicando un responsable del grupo, cantidad de personas y de carpas, días de estadía, etc.). Se reservaría el derecho de permanencia para aquellos grupos que no cumplan con las condiciones de acampe, con la posible multa ante infracciones. 
• Baños secos: el parque se podría comprometer a instalar al menos dos baños secos en cada área de acampe, junto con su correspondiente explicación de uso. Hasta tanto esto sea posible, se le pediría a cada grupo de acampantes una pala para enterrar los desechos.
• Educación medioambiental: las y los guardaparques entregarían un folleto a cada grupo de acampantes con las indicaciones y las recomendaciones para el acampe libre en la zona. 

Por todo lo antes expuesto, consideramos que existen suficientes fundamentos para revisar el impedimento de acampe libre con pernocte dentro de las áreas ya existentes del PN Los Alerces y solicitamos que se analice la propuesta enviada, la cual satisfaría nuestro deseo de volver a disfrutar libremente del contacto con la naturaleza, la montaña y el lago, a la vez que se garantizaría nuestro derecho. 
Desde ya, muchas gracias por su atención y quedamos a la espera de una pronta convocatoria para conversar sobre nuestro pedido. 
Sin más, las y los abajo adherentes lo saludamos atte.,

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