viernes, abril 26, 2024

GENERALES

Documento de la Marcha contra Bayer-Monsanto-Syngenta

Escribe: redacción AeL.
Compartimos el documento unitario preparado por la organización de la Marcha contra Bayer-Monsanto-Syngenta, de cuya elaboración fuimos parte desde Ambiente en Lucha junto a otras organizaciones y autoconvocades.

Compañeres, estamos en las calles nuevamente porque es acá donde defendemos los territorios, el agua, la vida y el futuro de nuestros pueblos. Somos parte de una convocatoria mundial a salir a enfrentar a uno de los principales criminales del planeta, a la cabeza de un modelo ecocida de producción de alimentos, a quienes creen que pueden ser dueños de nuestros elementos básicos para comer, para sembrar, para cosechar, para, en definitiva, poder existir como comunidades. Estamos acá porque, a diferencia de lo que alguna vez dijo el ex ministro de Ciencia, Lino Barañao, no pensamos que el “glifosato es como agua con sal”, sino que hemos aprendido de la peor manera, padeciendo enfermedades, con internaciones desde las infancias, y despidiendo seres querides, que el glifosato es un veneno mortal. Estamos acá, entonces, porque creemos que es una tarea urgente gritar y luchar hasta que se haga realidad: Fuera Monsanto-Bayer, Fuera Syngenta, Basta de agrotóxicos.

Queremos señalar que el capítulo argentino de la marcha mundial contra Bayer Monsanto se da en un contexto que le da una importancia fundamental, porque como nunca estamos viendo a un gobierno nacional que sale a defender a los cuatro vientos que hay que profundizar el actual modelo de agrotóxicos. Una orientación en la que no existe ninguna grieta entre los gobernadores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

El presidente, Alberto Fernández, y el ministro de agricultura, Julián Domínguez, presentaron un proyecto de “Régimen de fomento al desarrollo agroindustrial federal, inclusivo, sustentable y exportador”, que no es otra cosa que un intento de expandir violentamente la frontera agropecuaria para engrosar los bolsillos del Consejo Agroindustrial Argentino. Entidad cuyo vocero es Gustavo Idigoras, quien fue ejecutivo de Monsanto Bayer y responsable de la Mesa de Semillas durante el gobierno macrista. ¿Cuál es el objetivo del gobierno? Pasar de producir 125 millones toneladas de granos y oleaginosas a 165 millones. ¿Cómo lo quieren hacer? Con más desmonte, más incendios, con más despojo a las comunidades originarias, y con más y más veneno rociado en nuestros territorios, violentando las distancias de fumigación.

Si ya hoy en Argentina se rocían 500 millones de litros de agrotóxicos al año, si ya hoy tenemos el triste récord ser el país que más glifosato por persona aplica del mundo, si ya hoy este veneno está presente en nuestras tierras y ríos, en la sangre que llevamos dentro y en la lluvia que nos baña. ¿Qué va a pasar si este proyecto avanza? ¡Basta de que Argentina sea un laboratorio a Cielo Abierto!

Desde este lugar, denunciamos que es como parte de este plan político que Antonio Aracre, CEO de Syngenta, se ha embanderado en la defensa de este gobierno y su pacto con el FMI. Su fórmula es clara: quieren pagar el saqueo fraudulento del fondo monetario con más agronegocio. Este es el hilo que une, por un lado, los incendios que vienen azotando distintas provincias y por otro, el bloqueo a la Ley de Humedales. Y en el medio, tenemos el bloqueo a los proyectos de campesinos y comunidades originarias para que sea permitido, validado y garantizado su acceso a la tierra. Este es el contexto, además, en que empresas como Bioceres y el Grupo Sigman tejen alianzas con el gobierno para avanzar con el trigo transgénico y nuevas creaciones resistentes al glufosinato de amonio, la secuela del glifosato.

Esta movilización plantea un rechazo de conjunto a esta política de despojo y destrucción de nuestros territorios. ¡No a la ley del agronegocio! ¡Basta de beneficios a los grandes terratenientes y multinacionales de las semillas y agrotóxicos!

Compañeres, hablamos con claridad porque tenemos la ciencia crítica de nuestro lado, y porque con la movilización la vamos a hacer valer. Andrés Carrasco y las madres del Barrio Ituzaingó de Córdoba mostraron la verdad que los gobiernos intentaron ocultar y trazaron un camino que hoy siguen recorriendo los pueblos que ante el abandono de los gobiernos se autoorganizan para poder analizar el agua que sustenta su vida. O les compañeres de la Universidad de Rosario que han relevado más de cien mil testimonios que aportan evidencia del crecimiento de las enfermades congénitas y cancerígenas en los pueblos fumigados. O los estudios en San José de la Esquina que dan cuenta del daño que genera el glifosato combinado con agua con alto contenido de arsénico. ¡Queremos que se escuche a los territorios! ¡Basta de expandir el uso de agrotóxicos sobre zonas urbanas como sucede con el Glifosato en el barrio Nicole de Virrey del Pino! Queremos la prohibición de todos los agrotóxicos cuyo carácter dañino ya ha sido demostrado, y financiamiento estatal para el desarrollo de prácticas alternativas. Rechazamos este modelo del agronegocio que se basa en tres pilares: sus trangengenicos y la siembra directa , la propiedad concentrada de la tierra, y el agua, tierra, aires y alimentos envenenados . Rechazamos el uso de la ciencia y la tecnología para la invención de transgénicos en manos del capitalismo.

Sabemos que la intoxicación por agrotóxicos es hermana de la que generan otros intereses empresariales, como los de Klaukol o Copetro, como las industrias que arruinaron la cuenca Matanza-Riachuelo, como los basurales a cielo abierto, y más en general aún, con la polución ambiental que cada año genera 10 millones de muertes a nivel mundial. Luchamos contra Bayer-Monsanto, porque peleamos por otra sociedad en la que respirar no implique un riesgo mortal, y donde la vida valga más que las ganancias de un puñado de empresas.

Para finalizar, señalaremos dos cosas. Primero, que si queremos ponerle fin a este modelo ecocida, es porque postulamos uno alternativo que termine con la brutal concentración de la tierra que sustenta el modelo agrotóxico: hoy enfrentamos a los Monsanto-Bayer-Syngenta y a sus socios que son la nefasta oligarquía terrateniente, los pooles de siembra, y las multinacionales que controlan el comercio exterior. Rechazamos la convivencia de dos modelos, el del agronegocio junto al de la agroecología, como propone cierto sector progresista del oficialismo. No nos conformamos con migajas para lxs campesinxs y los pueblos, mientras la frontera agroganadera siga avanzando y el uso de venenos siga siendo la regla que motoriza la economía argentina. No aceptamos islotes de agroecología en un mar de agrotóxicos. Necesitamos terminar con el agronegocio, para borrar todo rastro de veneno en nuestras vidas y pasar a una producción de alimentos en armonía con la naturaleza y al servicio de las mayorías populares. Para lograrlo es imprescindible, cambiar el régimen actual de tenencia de la tierra, avanzar en la redistribución social de la misma en función de la producción agroecológica de alimentos sanos, nutritivos, accesibles, diversos y de proximidad y luchar por la participación vinculante de las comunidades, los pueblos, lxs trabajadores y los territorios en la toma de decisiones sobre que se produce, como y para qué.

Y, en segundo lugar, compañeres luchamos porque podemos ganar. Luchamos por repetir lo que hizo el pueblo de Córdoba de Malvinas Argentinas echando a Monsanto pero ahora en todo el país. Luchamos a la par del Chubutazo que le puso un freno a la megaminería, del Atlanticazo que viene frenando las petroleras off shore. Luchamos por la memoria y las enseñanzas de todes les que fueron parte de esta pelea a lo largo de los años, con el ejemplo de nuestras madres y abuelas que prendieron la chispa que derribó a la dictadura cívico-militar. Es con el impulso de toda esa historia de resistencia que decimos una vez más que vamos a terminar también con este régimen nefasto de envenenamiento permanente. Fuera Bayer-Monsanto, Fuera Syngenta, Basta de Agrotóxicos.

21/05/2022


*Foto #2: @milongaeco

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